Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en un https://tamzinnsmc173784.blogacep.com/44041722/el-minuto-exacto-en-que-zidane-perdió-el-control